Eric Fco Díaz Serrano
Tipilambi, Capítulo II.
Viene del Capítulo I, Scámpolo.
Scámpolo y Millennia.
Capítulo II del Libro Tipilambi.
En el punto donde se unen
tangente, radio y curvatura
Millennia implantó su voluntad.
Entonces, ella en el punto
y siendo parte del mismo,
escogió la dirección que conducía
directamente al centro.
Siempre lo hacía.
Sólo le bastaba decidir su dirección,
de manera que fuera satisfactorio
a sus intreses; y trasladaba
el punto haciéndole tomar
ya la recta o la curva,
y aún así, podía decidir siempre
volver cambiar o no,
dado que, en su espacio infinito,
siempre estaba en punto de tangencia.
Solo que ahora había escogido
llegar hasta el propio centro y,
encontrándose a menos de un millón
de kilómetros -que en el tiempo cubriría
en unos tres segundos- fijó su atención
en la roca, la cual se empezó a abrir
para dar paso al visitante.
Inmediatamente que apercibió traspasar
la abertura, lanzó coordenadas imaginarias
para minorar la velocidad
y mantener su punto
en tangencia preconcebida
casi al azar,
pero con la seguridad de haber llegado
a donde se había propuesto.
No obstante parecía no tener prisa
de llegar hasta el propio centro,
sino más bien disfrutaba
la calidez de la inmensa roca
y su oscuridad, mientras desde el centro
se vislumbraba ya un haz
de luminosidad, que se hacía intenso
en la medida en que se acercaba
hasta él, y la oscuridad
entonces no fue.
Millennia montó sobre un ange de luz
y de inmediato fue
hasta la misma selva tropical
que llega hasta la propia playa,
en donde las arenas quedan
cubiertas en la pleamar.
Es como si el mar invadiera la costa,
pues llega a besar la planta
al pie de las palmeras,
al tiempo que el palmar mueve
sus penachos al viento y el sol dibuja
sus siluetas en la arena.
Y cuando el mar se aleja,
queda la inmensa playa
en donde van llegando los negros,
que jubilosos se entregan
a su exótico carnavalito
en noche de luna plena.
Cadena, cadena grita un negro
que sostiene un poste
con la base anclada en su pubis
y el ritmo es en él y en el poste,
del que sale una cabellera
de cintas de colores
Es como una palmera fálica
que danza en negro erotismo
de los hombres y las hembras
que palmean en sus manos
el ritmo que motiva al negro
que grita rithm, rithm...
Todos somos uno. Y uno es
rithm... rithm...rithm...
El aire sale como fuego exhalado...
Y la boca aspira y llena los pulmones
de nocturna pureza tropical
para volver a brindar a los cuerpos,
a los ojos, a las miradas negras,
intensas como furias,
el más cálido fuego exhalado
rithm... rithm... rithm...
Cadena grita el negro bien apretado
por el mundo humano que le oprime
de un placer que ya no resiste y
el grupo, de inmediato le suelta,
impone al ritmo la destrenza
para iniciar la paz sofocante
de músculos templados
que tienen a relajarse,
en la medida que el banjo
sus notas va destilando
por las gotas transpirantes
que empapan hombres y hembras;
y el quijongo marca, en su caja
de resonancia, que
la destenza se inicia,
que el carnavalito es el paso
al placer de convivir en el trópico,
de madrugada en la playa,
de fogatas, banjos, quijongos
y manos palmeadas,
palmeando a la luna iluminada;
hasta rendirse de dicha
cuando el sol descubra
esta selva tropical que llega
hasta la propia playa,
el mar invada la costa
y bese el pie del palmar.
Millennia se aunó otro ange que,
imantado se alojó en el conocimiento,
en el mismo centro de la roca espacial.
Y como cualquier conocimiento
es de un sujeto sobre un objeto,
y esa dualidad es
una separación completa;
de manera que el sujeto
es siempre sujeto y el objeto
siempre objeto (si se fundieran
no habría conocimiento),
y no obstante no puede pensarse
el uno sin el otro,
Millennia se alojó en el sujeto,
al momento de salir de sí mismo
para hacerse dueña del objeto,
sea, captando al objeto
mediante el pesamiento y,
de inmediato, en un juego divertido,
se alojó en el objeto,
para ver y sentir la relación
desde el otro lado (se venía
con el objeto hacia el sujeto
para imprimirse en él),
de tal forma que se encontraba presente,
como en punto de tangencia,
al momento en que se produce
la modificación en el sujeto,
mejor dicho, en el pensamiento mismo.
Millennia sabía que una vez establecida
la correlación, es trascendente
por irreversible, mediatizada
por el pensamiento, y si
el conocimiento concuerda,
se establece un criterio.
Para Millennia y Scámpolo,
fue el criterio de la verdad.
Y como el conocimiento verdadero
nos da dos tipos de verdades;
las de razón enunciaron
que no podían ser las cosas
de otro modo y, las de hecho,
enunciaron que aún siendo las cosas
de una manera, bien podrían
ser de otra.
Fue entonces cuando Millennia
habló dentro de la gran bóveda y su voz
retumbó de la roca a la torre de mando
de los pensamientos de Scámpolo:
"La verdad de la razón es
de un consistir lógico y necesario, mas,
la verdad de hecho es contingente,
no confundir naturamatemática
con historias contadas a favor
o en contra de tal o cual.
Los chispeantes ojos de Millennia
dieron fuerza lumínica al escenario
que fue de días soleados,
perezozos, de calmas de abril
y flores de mayo, en donde todo
estaba tranquilo en la escuelita
de primaria cuando apareció Vinazo.
Vinazo empezó como una encuesta
que dio inicio desde mucho antes
que descubrieran a Marietta, Julieta, Pablo
y Juan Carlos; Mireya, Marcos, eric, La Macha,
Víctor, Roberto, Justina y Lucrecia,
jugando botella.
En el suelo hacían girar una botella
y a quien apuntara, al detenerse,
podía escoger entre los presentes
y darle un beso.
La encuesta se llevaba en un cuaderno
que contenía una pregunta por página,
cuarenta y seis respuestas diferentes:
nombre y escoja un número, edad,
dónde vive, telfefono, cuántos hermanos,
mayores o menores, tenés novio (a)
cómo se llama, descríbalo, dónde vive,
has tenido otros novios (as),
dónde besó por primera vez,
si no lo ha hecho con quién le gustaría,
qué clase de música le gusta ( de qué
emisora), mencione un programa
de televisión, color favorito,
cantante favorito, canción favorita,
maestra favorita, maesstra que le cae mal,
razones de una u otra posición
y todo cuanto pueda imaginarse
como si se tratara de encuestadores
profesionales. Hasta ahí casi nadie
dio importancia al asunto,
pero cuando salieron
una serie de reportajes en minicuadernos
hechos por algunos alumnos basados
en el material acumulado por la encuesta,
todos se interesaron entonces
por conocer las opiniones de los demás y,
paulatinamente se fue haciendo
un asunto cálido al punto que
Vinazo alcanzó publicación diaria.
Un anuncio enmarcado decía:
"Si este Vinazo se perdiera,
como suele suceder,
ruégole al que lo encuentre
que lo sepa devolver."
Y es que Vinazo era un original
que iba de mano en mano.
Con el tiempo proliferaron los vinazos
y rápidamente su demanda aumentó.
Las maestras los prohibían
porque consideraban
(y era cierto) que las informaciones
algunas veces hablaban mal de ellas
y eso no convenía al alumnado.
Por otra parte, Vinazo decía cosas que,
a juzgar por las maestras
no era acorde con la edad
-como la vez que publicaron el poema
de "El Seminarista de los Ojos Negros"-.
Tal situación llegó a un momento en que
cada quien tenía su propio Vinazo, y entre
algunos incluso, llegaron a hacer reuniones
de Vinazos; y es que los titulares
y reportajes eran bárbaros:
"Berta sabe hacer la cruz del diablo
pero sólo con los dedos, texto en la página 3.
Besó por primera vez en parque,
dice Elena. Vera dice que ella
lo hizo jugando a la botella.
Maestra Vilma amenaza con eliminar
la Fiesta de la alegría si no
ponemos atención a la maestra
de Religión: la represión es por
haberle hecho creer que lo hacíamos.
Confiesa haberle robado sánguches
al director. Agarró de los colochos
a Maritza por Walter; parece que
un Vinazo la enteró de que Walter
andaba con Maritza. Maestro le hace
los dibujos y le pone buena nota.
Güila (niño) dice que Vinazo no debe circular
porque no está técnicamente preparado
para informar ya que no hay profesionalismo;
en cambio él tiene el periódico oficial
con asesoramiento de las maestras;
Vinazo comprobó que la circulación
del periódico del güila es poca.
Dos lídres hablan: dividimos la clase
en dos; las que estaban con ella
y las que estaban conmigo.
No se hablaban ni en clase ni en recreos
pero ellas mismas dicen que no estaban
enojadas, lo hacían para dividir la concurrencia
sólo para ver estúpidos y estúpidas
peleando por uno u otro bando".
Por estas fechas, directores y maestros
de esta escuela decimonónica andaban
muy preocupados pues un último Vinazo
traía un dibujo de una pareja desnuda,
anunciado en un ejemplar anterior.
Scámpolo notó que algo igual o similar
sucedía en otros niveles de la educación,
como la secundaria y universitaria
en donde andaba de moda "SEX"
-desde luego, sin que los profes (profesores)
se enteraran- era un panfletillo que iba
de mano en mano,
entre risas y miradas curiosas.
A Scámpolo le pareció que su butaca se iba
moviendo muy lentamente hacia el escenario.
Lo consideró como un "efecto electrónico"
del multimedia por lo que, casi sin percatarse
fue parte de aquel medio ambiente.
Milennia aprovechó para instalarse
en su torre de mando con el fin
de que Scámpolo le viera, sintiera cuál era.
A veces semejaba un mar en calma, otras,
inmensamente tempestuosa...
Cada paso que se anda
deja huella...
huella que a veces pisa
al mismo andar
cuando la huella perdura.
Sólo en las arenas,
donde espumosa llega la mar,
todas las huellas se entregan
ante la inmensa huella del mar.
Scampolo comentaría años más tarde
que fue un compañero quien le obsequió
con aquella literatura prohibida,
justo en el momento en que aquel
bello ente espacial apareció
en su horizonte.
-Sentí una transportación a priori
al mundo del ensueño
de mis ilusiones juveniles...
En verdad me era increíble
que aquellas visiones
estuvieran en mí,
sucediéndome a mí,
con la veracidad de no perderme
ni un solo detalle
de una vivencia espacial,
supraterrenal, natural.
Me parecía que mi aventura
pudiera ser producto
de m hiperactiva imaginación.
Pero cuando adentré en ese viaje,
los conocimientos que obtuve
como consecuencia de mi vivencia,
me deparó una experiencia trascendental.
Millennia sonreía.
Le encantaban los comportamientos
de los seres vivos;
y no obstante su inmenso conocimiento,
mucho le agradaba re-verlos
y así lograr mayor conocimiento
en perspectivas- desde el magma
hasta la natura que, envolvente,
permite la vida y la muerte
en este punto de la galaxia, en donde,
la fenomenología del animalhumano
está engendrada siempre dentro
del todo, porque guarda en sus genes
el poder supranatural de convertir
el universo en paraíso celeste, o bien,
destruir su paraíso terrenal.
A través del tiempo ha desarrollado
lo que yo llamo -decía Millennia-
una interrelación social programada;
producto a su vez de su condición genética
que le hace ser un bios-programado
e imlícito en él, lo sublime de las artes:
la comunicación.
Cuanto hace lo comunica.
Es algo inherente a él e intrínseco
aún en su andar - que le moviliza
y traslada en su afán de comunicador-
y su especei vive y perdura gracias
a ese don que le permite también
procrear en forma placentera
por medio de una especie
de simbiosis coital.
Es aquí en donde descansa
precisamente, substancia y génesis
de su saber universal.
-Recuerdo que -contaba scámpolo-
sin límites ni distancias, como un aleph
expuesto ante mí en forma de mutimedia,
todo cuanto quisiera saber
y adherir a mi intelecto, era trasladado
en forma instantánea,
algo fantasiosa pero veraz a la vez.
Porque fue casi alegórico aquella
primera vez en que mi sensualidad
se tornó expuesta a mi libre ver y entender,
al ver en perspectiva al animalhumano
en prepubertad lanzando señales semióticas
sin premeditación, sino a través
de programaciones sociales
bien establecidas, como aquella que
les llevaba e inducía a teñirse los labios
para mostrarlos aún más rojos,
en un intento por acercarse, simbólicamente,
al momento crucial de comunicación genética,
como huella, que por el resto de sus vidas
pisaría a su mismo andar.
Fue chispa divina la que brotó
en la mirada fugaz. Aquella que llegó
a profundidades eróticas,
inmersas en hipersensibilidad,
que dejaron ver una otra mirada
y tras ésta, otra, otra y muchas otras más,
para mostrar intensidades desbordantes
al éxtasis de salud física y mental.
Vivencias en concatenación reverberante
estallaron dentro de sí y por sí mismas,
dando paso al latigazo nervioso
que derramó al orbe la imaginación
sensoria, en pro de la culminación
del más sublime acto de unión,
de cuerpos inmensamente espaciales
y firmemente terrenales; unidos
e el desplace de millones de células,
aún más rojas que el carmín de los labios
de la postpubertad, para una erección
que rompió los mitos infernales
(que otrora ocultaron fertilidades ignotas),
y que el mar de eyaculaciones
borró huellas nefastas,
que negaron luz
del sol abrazador
que detuvo el tiempo
en aquel beso e t e r n o;
que aún siguió siendo e t e r n o
en las miradas sutiles
para continuar siendo y viviendo
en las sonrisas de ambos...
-Habiendo djado el saber
en mi torre de mando,
bien pronto anhelé saber mfas...
Mas, en mí, algo en mí dijo:
-como si mi cabeza fuera roca
que se abre a la luz, al orbe-
¿no corras eh ? No todo el saber
está por venir, mucho tienes en pasado
que revive a presente... Y ahora
podemos jugar con aquellos geniecillos
que deambularon en la mente atados
a la roca dura, que poseyendo luz
dejó entrar más luz, y entonces esos,
no son dañinos ya.
Al manipular el saber jugué entonces
con mi punto de placer, mostrándome
cual era, soy y sería. Siempre en punto
de tangencia, ante Sex y ante mí,
privilegié mis nueve sentidos:
como el ritmo es en mí,
mi danza es en él,
diciéndonos palabras,
de escuchar erizados,
con los pechos turgentes
y los labios templados;
henchidos en ardoroso y rojo placer,
sendos tactos fueron en ambos
e izé mi vida a la vida,
apretando juntos el universo,
nuestro universo, pidiéndonos
y dándonos a cada instante más vida.
Y blandiendo la vida
nos hablamos ternuras,
susurramos alientos
que ofrendaron más vida
en plácida sonrisa,
con respiración cálida y verbo cariñoso
que transmite ser de ambos,
cuando el glande empapado
se abre paso al placer mayor
que nos lleva a la cumbre
del erotismo exótico,
de pezones turgentes
en los pechos rebozantes
de mil y una dichas acumuladas
en sendas auras templadas
que reducen el tiempo a no existir...
Porque el tiempo entonces no es,
sólo es ambos, tan juntos que
harto el conocimiento en un mar
de semen, nos dice que aún hay más
para seguir viviendo. es ser adulto
e infante al besar amando y...
¡zaz! Cuando la cosa iba
de lo mfas interesante para los párvulos
aparecía algún "viejo" o "profe" no apto
-o apto en demasía para los instintos-
hacia el tipo de video-lectura,
y no quedaba más que
disimular los ojos desorbitados y
bajar súbitamente la adrenalina.
Pero el paso había sido dado,
ya tenía su huella,
mas no nefasta como la del manglar,
que ya borraba hasta su propia
huella en el mar, la mar...
La bella mar.
Escúchame Scámpolo -gritó Millennia
desde la roca haciendo entrar
en grandes velocidades a los múltiples
anges luminosos que su voz hacía vibrar-
cuando el conocimiento no concuerda
con la cosa, no es que tengamos
un conocimiento falso:
es que no tenemos conocimiento.
Pero es verdad, escúchame, es verdad,
que si consideramos una trayectoria
circular y otra trayectoria lineal
tangente a esa trayectoria circular,
hay un punto que pertenece a la vez
a ambas trayectorias. Ahora dime,
¿ Qué crees tú que hay dentro de ese punto,
en el interior de ese punto de tangencia,
quiero decir, qué crees tú que lo hace tomar
la curva o la recta en el próximo
microsegundo o milenio ?
Te digo Scámpolo
que es verdad matemática que yo puedo
predecir a priori, el recorrido que ese punto
ha de seguir, porque si yo soy,
si yo estoy en ese punto,
yo puedo decidir voluntariamente
el camino a seguir,
y para ello sólo necesito fuerza, vigor.
Y no estoy hablando de la capacidad
que tiene un cuerpo para poner
en movimiento a otro, porque
no se trata de cuerpos
sino de la capacidad de actuar,
de la fuerza y el vigor
para actuar a voluntad.
Ven Scámpolo, ven,
deseo ampliarte en el tema.
Ven y veamos cuanto es hoy
la Frontera Mesoamericana.
Empecemos por el punto de vida o muerte.
Junto al mar... El manglar.
En las raíces de los mangles
habitan las especies
más resistentes a la sal y,
en la medida que pierde el mar
su dominio, viven las especies menos
tolerantes; y todos en un drama
de vida y muerte, desde rastreros a aves
en pos de la supervivencia.
Fija tu atención en esos hermosos
cangrejos violinistas, observa cómo
usan sus tenazas agrandadas
para sobrevivir en su mundo, en el mundo;
y cómo las usan para competir
con otros machos para enamorar
a las hembras, mientras invertebrados
y peces disputan cada trozo de alimento.
Scámpolo se vio como sobre un cóptero
literalmente volando a ras de un manglar,
junto a la voz de Millennia que,
desde el punto del pensamiento,
del conocimiento mismo,
mandábale información tal,
que Scámpolo recordaría después,
duró años procesando.
Es el manglar la frontera entre
vida y muerte del planeta.
Aunada la alteración humana
conl contaminación,
priva a la naturaleza
de su recuperación. Es el progreso
asesino que estúpidamente mata
con deshechos de café, lecherías,
empacadoras de carne, enlatadoras,
embotelladoras de gaseosas, ingenios,
fábricas,
refinadoras, minas e incluso agricultores.
Observa las mejores tierras de cultivo
cubiertas por urbanizaciones. Bosques
que desaparecieron a causa de famosas
explotaciones industriales, madereras
y ganaderas. Y observa en ese mar
lo poco que queda de arrecifes de corales,
ve bien ríos, lagunas y aguas litorales
que fueron aguas que nos legaron vivas,
convertidas en suciedad
por pseudoprogresistas
envenadores con cromo, cobre y plomo;
bailando la danza macabra en la mera
descomposición de deshechos
que es muerte de todo.
La naturaleza es para amarla.
Es inmoral fornicar a la madre pródiga
paridora de frutos, aunque ésto sea legal.
Que el estado lo permita no basta
para que sea moral; moral es equilibrio
entre desarrollo y conservación de recursos
como única herencia de la humanidad
para sobrevivir en el tesoro natural
que no podríamos reconstruir jamás.
Porque la Madrenatura necesitó milenios
para el logro... Porque esta tierra que tú ves
Scámpolo, fue la última en emerger
del fondo del mar.
Primero surgió la vida en los mares primitivos,
salieron las especies del agua
y colonizaron la tierra seca
en forma de anfibios de los que surgieron
los grandes reptiles, y tras de éstos
los mamíferos, las aves, plantas, flores;
y la plataforma contnental que hoy ocupa
esta Frontera Mesoamericana aún no existía.
Emergió de último y fue también
la última en poblarse.
En la línea de fuego del mundo,
el pequeño territorio ofrece su gran variedad
de climas. El pasado alojó miles de aves
y aún hoy, es el país con más especies
por kilómetro cuadrado del mundo,
no obstante depredadores con dercho legal
dado en dádiva por los irresponsables
sostenedores dedictadores bipartidistas
que prometieron administrar esta riqueza
y sólo lo hicieron para sus bolsillos
bajo la mirada ebria de los siervos menguados
cómplices de este exterminio,
de esta riqueza de vidas.
Escúchame bien Scámpolo -siguió diciendo
la voz de Millennia desde el centro de la roca espacial-
De esta riqueza depende
el futuro de ganadería, industria, agricultura
y casi todas las actividades económicas.
De lo que haz observado se deduce,
que el conglomerado debe escoger
gobernantes que tengan cualidades,
acordes a la estrategia mundial que ya preve
modos para mantener a Natura funcionando;
porque, salvo excepciones, lo que más duele
es la dureza de cabeza de los instruidos,
de los poderosos que en este conglomerado
han sido, que no hacen cumplir las leyes
que se dictan en favor de la preservación
de los seres vivos, en el país de las flores,
de las miles de aves que surcan el cielo
en su paso por el continente;
el de tan pequeño territorio
y tan riquísima fauna,
donde la naturaleza es frondosa en sus valles,
montes, llanuras, selvas, volcanes,
golfos, ríos, canales acuáticos,
cordilleras en donde su más alta cumbre
denota rescoldos de glaciares.
A este lugar de pacífica idiosincracia
con hondas huellas mayas, nahuas
y del Imperio del Sol; con huellas de esa mar
que limita en riscos, farallones, arenas
de playas espumosas con soleadas palmeras.
País pleno aún de recursos naturales
que día a día se ofrece fértil
a las manos que trabajan,
al sudor que convierte en miel
el fruto dulce de esta tierra;
tierra fecunda y noble
de blancos, negros, amarillos y cobrizos.
¸¿Bueno y que? -levantó la voz Scámpolo
al momento que hizo la pregunta...
Apenas vengo resolviendo mis problemas
y pretendes que de alguna manera
yo deba pensar en los de todos...
Siempre fueron los mismos,
en todas las épocas y en todas las edades.
Por ellos se inventaron las cerraduras
pero ahora ellos, tras robarnos,
se han comprado mejores cerraduras
de las que nosotros siquiera
podamos soñar en tener.
- Fue entonces cuando Scámpolo se dió
cuenta que estaba hablando solo.
Nadie había alrededor de él.
Fin del Capítulo II. Continúa en el Capítulo III:
Scámpolo, Millennia y Printemps
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