Al bajar del taxi que le condujo hasta la amplia calle peatonal, con su mirada, estableció el puesto de la vendedora de cacaos donde gusta siempre abastecerse; cuando se encamina a su reunión, unos quinientos metros más adelante. Aunó a sus pensamientos parte del tema que trataría en su reunión que relaciona la
Comunicación Corporativa con la gestión empresarial, que favorece la
Docencia Corporativa, por su facilidad de indagar primero para luego escribir crónicas para publicar en sus web y redes sociales.
Es saludable, pensó, al incurrir sobre el paseo peatonal como quien va o está de paseo y observa a las personas que van o vienen de sus trabajos, o van o vienen haciendo compras. Esa vivencia, esa calle siempre es, como suele decir, un ligero avenidazo pleno disfrute con una cierta forma, muy apropiada, de vagar contornos como si vagara con o sin propósito definido, sin importar si el día fuera lluvioso o soleado; porque así,
saludablemente, refresca su mente, aunque fuera sólo por esos quinientos metros del lugar en que iniciaría su reunión, en unos veinte o treinta minutos más luego.
Posterior a ese avenidazo, la reunión, propiamente, posee un concepto antagónico dada la formalidad, porque la gestión de comunicación corporativa implica diseño y estructuras para ejecutar planeamientos preestablecidos que luego han de irse, o se van actualizando en la medida que van siendo ejecutados conforme a las actualizaciones que, normalmente, han de suceder o, simplemente, suceden. Algunas veces media alguna serendipia en la implementación.
En esa calle peatonal, nuestra cronista es inadvertida para los transeúntes que deambulan en su diario trajín, pero no así entre quienes usualmente le observan en su ligero avenidazo mensual donde acostumbra comprar sus cacaos, en su eterna meta de explorar y mirar cuanto acontece a su paso. Es claro pensar que esa vivencia no está en sus crónicas de manera fehaciente, simplemente conforma un ligero símil de atuendo, como quien resguarda su pasión viajera en línea, en sus web, en su visión mundana y hogareña a la vez.
La reunión traería consigo, además del concepto antagónico de una supuesta persona transeúnte versada en la gestión corporativa, cuasi disfrazada de pasión viajera y con visión bipolar del mundo, la reunión requiere estar inmersa de mucha seriedad y formalidad. Pero ambas vivencias, cortas o largas, tratan del ejercicio feliz, por ser saludable con beneficio personal, familiar y empresarial.
El análisis de la reunión, ahora a punto de iniciar, bien podría versar sobre la comunicación docente corporativa. Sí, la misma que evolucionó al observarse la llamada
Franja Social de inicio en el Siglo 21, cuando personas
mayores activas y por ende, de gran experiencia en el campo de la producción de comunicación, vio fenecer aquellos contornos antiguos de las ciudades que semejaban construcciones medievales que, poco a poco, fueron eliminadas e incluso, muchas de ellas arrasadas o reemplazados en el devenir por nuevas calles y avenidas con hileras de edificios habitacionales y centros de recreo abiertos al público cada vez más numeroso, así como grandes plazas, parques y grandes parqueos para automóviles y grandes contenedores portadores de comestibles y bienes grandilocuentes que, al irse abriendo espacios nuevos, trajeron los mejores amplios lugares para explorar, con la gran tentación para observar el desarrollo intercultural proveniente de todas partes, ideal para escribir y publicar lo que acontece, vendiendo en la net lo que a las personas en su diario trajín les es prácticamente imposible vivir lo que acontece en mundos cercanos y accesibles solamente por la net, la internet que cautiva al lector por sus rincones ocultos ahora descubiertos en animadas, bulliciosas y elegantes galerías comerciales que muestran excelentes pasajes y contornos gastronómicos a la vista del periodismo corporativo, fiel aliado de la
docencia corporativa al servicio de la gestión empresarial y público en general como clientes potenciales.
El paso peatonal callejero y la reunión propiamente dicha, es clara pintura de la vida actual con sus vivencias amenas, con el aire que respiramos y el agua que compartimos con las aves y los peces en el continuo flujo y reflujo del bullicio, que en algunos recodos del camino se nos hace fugaz sin dejar de ser infinito, como producto de las multitudes actuales.
Es saludable todo lo concerniente en
Comunicación Corporativa para quienes practican y viven en tal recurso económico, porque es como estar lejos de casa y sentirse en casa en cualquier lugar donde camine con su visión del ayer-hoy-mañana en un constante hoy, siendo poco visible para el transeúnte común y, muy visible al conocedor, a priori, del futuro digital pletórico de alegrías aunado al encuentro de nuevas y mejores serendipias con ánimo de influir en la conciencia social con que la
Docencia Corporativa interactúa con los mundos digitales de manera saludable.
Responsabilidad Social Corporativa
No obstante las consideraciones generales sobre lo que versaría la renión, un punto en la agenda dio un giro a nuestra exponente al orientar su intervención sobre su pensamiento en relación con la Responsabilidad Social Corporativa.
Las empresas son y deben ser, acentuó, socialmente responsables en procesos relacionados con la toma de decisiones para así valorar la influencia de su accionar, tanto en las comunidades como en los trabajadores y en el medio ambiente, de manera tal que sus actividades deben incorporar los intereses de todas las personas involucradas en tales procesos para la obtención de resultados favorables.
Si bien, explicó detalladamente, podemos referirnos a la responsabilidad social empresarial o corporativa en la que usualmente observamos que, en todo sentido, trata de la responsabilidad que cada organización y empresa tiene con su respectivo medio ambiente en que se desarrolla y desenvuelve, haciendo partícipe a la sociedad de la que forma parte, pues lo óptimo es la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social de las personas en lo económico y ambiental, aunado al desarrollo de las empresas con ánimo de mejorar las situaciones competitivas, valorativas y por ende, sus valores añadidos.
En cuanto al cumplimiento de leyes y normas, añadió diciendo que, en todo caso, es conveniente prevalecer el trato aunado al respeto del estricto cumplimiento, principalmente de la legislación laboral y de todas aquellas normativas inmersas en el punto de partida con la responsabilidad ambiental porque es saludable al entendimiento
de manera concensuada para evitar voluntades no gobernadas por la razón, sino por un apetito que involucre, algún antojo o capricho.
Luego de esta última reflexión las personas que participaban en la reunión fortalecieron sus apuntes con visión puesta en la mirada de la integración de energías porque, veamos, se atrevió a decir nuestra productora de cronistas; la integración de las energías de una o varias personas refleja un efecto en el que actúan diferentes acciones y esfuerzos físicos y mentales para obtener, concertadamente, la suma de la mejor salud física y mental con multiplicación al infinito en cada momento que se vive. Veamos, onsidero que no es fácil explicarlo pero sí es fácil entenderlo y comprenderlo.
Lo digo, continuó, porque todo cuanto pensamos y sentimos repercute en nuestra salud. Tómese en cuenta que, por ejemplo, cuando alguna persona se ve afectada por una gastritis, es porque tiene algún suceso o antecedente que ha repercutido en tal dolencia; de manera similar si en algún momento tiene un reflujo digestivo, no solamente es un reflujo de ácidos, sino también de lo que esa persona no ha digerido emocionalmente. La vida emocional en las personas incide en la vida física por lo que es menester poner atención a nuestra salud y bienestar, y eso en mucho depende de la calidad de nuestras relaciones y sentimientos afectivos, de lo que pensemos de nosotros mismos, así como de la calidad de nuestra alimentación, y eso incluye los tiempos para ingerir alimentos en armonía, paz y tranquilidad.
Sí... convino en decir otra persona participante: la medicina curativa se preocupa de eso, de curar el mal declarado como tal y, colateralmente, la medicina preventiva es para que las personas vivamos en prevención constante por el bien de nuestra salud física y mental sin lamentar dolencias enfermizas.
Sí, agregó otra persona participante: es lo que vemos en nuestro mundo actual, los campos electromagnéticos, los algoritmos, las tablets, los móviles, las computadoras, al manejo de la tecnología de la información, las relaciones familiares, laborales, amistosas, amorosas entre pareja, la relación consigo mismo, y todo cuanto nos ocupa en la vida diaria de cada ser humano, incide en la salud física y mental. Importante entonces es ver y darse cuenta de cómo nos relacionamos con nuestros congéneres, asunto que involucra nuestra cultura e interculturas en el entendido de que, la salud es una responsabilidad de cada quien, de cada persona inmersa en el colglomerado social en que vive.
Afortunadamente, pensó nuestra cronista, en la actualidad existe un conocimiento que comparten muchas personas en el mundo, orientada por médicos y profesionales de las más variadas especialidades y oficios, con amplios propósitos de servir, para ayudar a la gente en general, para tener una mejor calidad de salud e incluso, algunas de estas personas aportan ayuda combatiendo hambrunas y pobrezas que son el gran flagelo de personas adultas e infantiles en muchos lugares del planeta, por lo que continuó diciendo nuestra productora de crónicas:
Una de las verdades que debemos asumir como absoluta es aquella que nos dice que somos creadores de nuestra buena salud y, que con nuestra buena salud, favorecemos a las demás personas. Tomar en cuenta que los humanos poseemos un campo de energía que hace posible que tengamos a nuestra mano la información, la que nos brinda formación, y nos recuerda diariamente que la vida de todos nosotros se realiza y se lleva a cabo mediante el patrón de la información que a cada quien recibe y abriga.
Entonces, poco a poco y saludablemente, las personas participantes de esta sana corporativa reunión, fueron indagando entre sí mismas y las demás hasta que, se hizo obvio que se trata de un asunto de conciencia en que es un trabajo científico, tanto en la medicina curativa como en la preventiva, la materia del cuerpo, las moléculas, la energía, la información y la conciencia misma que se nos manifiesta mediante alguna docencia, el aprendizaje en general, la diversión naturalista, sea, sin drogas, los campos magnéticos, colores, sonidos, laser, las relaciones terapéuticas sin olvidarnos -dijo una de ellas- de algo muy importante, y es que en casi todo intervienen las manos que se nos comportan como instrumentos preciosos en beneficio de nuestra salud, aunado al despertar del potencial interior que cada persona tiene para cuidar de su salud física y mental.
Es sabido que lo que cada persona cree de sí misma es cuanto ha terminado creándolo y, a su vez, va creando. Desde la infancia cada quien va creando su propio radio de acción valiéndose de los beneficios o dones que la naturaleza le otorgó y le otorga a medida que va viviendo, va siendo, va viviendo en esa vida que, además de sernos dada la tenemos que hacer diariamente, con visión lejana, al pie, al par y al detalle como nos refiere el Libro Evasiva Verdad.
Así entonces desde la infancia, el radio de acción inmerso en el propio punto de vida de cada persona se va ampliando; cuando va a la escuela, a la educación secundaria, universitaria, y así cada día, el radio de acción de cada quien y su punto de vida y puntos de vista se amplían, tanto, que ahora mismo estás aquí, con tu amplísimo punto de vista que has de seguir ampliando cada día más... leyendo, informándote; para convenir y luego aplicar.
Vemos entonces que el amor y la paz que se disfrutan en las buenas relaciones humanas tienen su entorno terapéutico. Recordemos que cuando un dolor aqueja también aqueja la vida misma al momento inoportuno que vive quien lo padece; durísima realidad que aparece en esos difíciles momentos de angustia y desazón como un grito frente a la vida cuando no podemos llorar de otra manera.
Gravitando sobre nuestra salud, continuó pensando y diciendo a la vez, nos alejamos de toda agresividad; sí, verla en la distancia porque su existencia en el mundo es verdadera, pero eso no significa que no sea evadible. Salvo que físicamente nos sea difícil alejarnos de los entornos agresivos, lo que debemos siempre hacer es apartarnos de toda agresividad porque eso nos enferma y lo peor, la agresividad suele ser contagiosa al punto que muchas veces es difícil salir de entornos que nos son agrestes. Si no tenemos la posibilidad de salvaguardarnos es menester crear estrategias que nos alejen de esos entornos, simplemente para ser felices en nuestra propia atmósfera ambiental, creada por nosotros mismos para compartirla con quien nosotros verdaderamente queramos, desde luego que lo óptimo es compartirla con quienes nos aman y con esa persona que amamos.
Tras un ligero refrigerio, posteriormente, llamó al chofer del taxi y lo orientó para que convinieran en otra calle, justo en el otro extremo del paseo peatonal. Cuando abordó el taxi y mientras el chofer fue deslizando el automóvil por las calles entre la gente, bullicios, transeúntes, maquinaria, autos y buses vio claramente y así se lo comentó al chofer, lo propicio que es para nosotros, como personas, ampliar nuestro radio de acción aunando a simples esfuerzos físicos y mentales para obtener, concertadamente, la suma de la mejor salud física y mental, con multiplicación al infinito en cada momento que se vive en nuestro propio lugar, en nuestro punto de vida.
Así, mientras pensaba vagamente sobre lo que podría escribir en su próxima crónica, tomó en paquete de ramen y lo puso al calor de un poco de agua que hirvía alrededor de un par tomates que apartó, y dejó limpios de la fina capita que les envuelve, conocedora de que algún posible plaguicida o sustancia agroquímica usualmente se acumula en esa parte del fruto. Agregó entonces cebolla picada con una pizca de orégano y media cucharadita de laurel. Al cabo de tres minutos quitó la energía electrica y dejo reposar por tres minutos más, mientras, en ese mismo tiempo tomó un baño en la ducha con agua ligeramente tibia y dedujo: si bien celebramos el sol cada mañana, las noches son sublimes, porque es cuando sonreímos con nosotros mismos, mientras absorbemos nuevos planes para nuestra propia vida, independientemente de lo que hagan, opinen o piensen las demás personas.
Su compañero de vida llegó a temprana hora en la noche y la encontró releyendo su crónica que ya estaba publicada en web.